Como la mayoría de las playas de la Riviera de Makarska, la playa de Oseka está formada por pequeños guijarros blancos. Aquí, el mar tiene distintivos tonos de azul, específicos de esta parte de la costa. En el fondo hay grandes árboles verdes, entre los cuales se construyó un bar. El bar tiene todo lo que necesitas, aunque la playa en sí está aislada. No hay multitudes aquí, pero todavía no estás solo. Es un gran lugar para disfrutar del silencio.