El pequeño y pintoresco pueblo de Dinjiska en el sur de la isla de Pag está situado en una bahía tranquila y poco profunda con numerosas playas aisladas.

En la bahía hay una instalación de salinas abandonada que se construyó en la época del gobierno francés. El centro está dominado por la hermosa iglesia de San Maurus, mencionada por primera vez en 1354, una de las muchas dotaciones de la noble familia Grisogono. Sin embargo, la estructura original no se conservó, ya que fue completamente reconstruida en el siglo XVI.

El pueblo, aunque pequeño, tiene mucho que ofrecer. La proximidad de centros culturales e históricos y parques nacionales (cuatro parques) complementarán su estadía.

El clima es tan suave y agradable que la temporada de baño a menudo dura de mayo a octubre.

Sin embargo, el mayor tesoro de Dinjiska son sus habitantes, no te sentirás como un extraño.