Zadar arzobispo respondió a las necesidades de sus creyentes y emitió decreto en 1933, el establecimiento de una nueva parroquia del Sagrado Corazón. El primer párroco fue Don Francesco Volpe. Después de la guerra que devastó la ciudad de Zadar, el Vicario General dio la parroquia en una administración temporal de los franciscanos, y la parroquia fue confiada a ellos de forma permanente en 1964. Después de años de negociaciones, en junio de 1983 se puso en marcha la reconstrucción de los edificios existentes y construcción de una nueva iglesia parroquial.